Figuritas, mundial y crianza
Como todos sabemos, este año, más específicamente el 20 de noviembre, arranca la Copa Mundial de Fútbol y, como en todos los mundiales, Panini lanza un álbum. Se completa comprando paquetes de figuritas e intercambiándolas con familiares y amigos.
Este año, la emblemática tradición tuvo algunos traspiés, ya que, apenas salieron a la venta, se agotaron en casi todos los quioscos del país.
Esto generó múltiples emociones y conductas en las personas, como por ejemplo, algunos niños y adolescentes completaron el álbum en menos de una semana. En algunos puntos de venta se han llegado a vender 12 mil paquetes en menos de una hora. Se han visto filas de personas haciendo colas de 100 metros o más en quioscos y librerías, manifestando haber esperado más de media hora para llegar a comprar los paquetes. Hasta el gobierno llegó a discutir si la falta de stock de figuritas era un tema en su agenda.
Es por eso que intentamos buscar las respuestas a este fenómeno tan sorprendente y masivo que ocurrió en nuestro país…
¿Por qué se agotaron tan rápidamente las figuritas?
¿Por qué los niños quieren completar el álbum tan rápido?
¿Por qué les genera tanta ansiedad?
¿Por qué las figuritas se hacen tan “adictivas”?
¿Por qué hacemos tan largas colas para comprarlas?
El refuerzo positivo es la consecuencia de una conducta que hace que esta se repita y, cuanto más inmediato es el refuerzo, más probabilidades hay de que esto ocurra. Por ejemplo, si un niño pide que le compren un paquete y los padres se lo compran inmediatamente, el niño aprende que “si pide algo, se lo dan inmediatamente”. Entonces, esto lleva a que haya más probabilidades de que el niño siga pidiendo, y cuanto más refuerzan esa conducta, más se va a repetir.